En lo que va del gobierno de Mauricio Macri, la evolución del salario de los docentes universitarios fue menor a la de la inflación. Para enfrentar la pérdida de ingresos acumulada desde diciembre de 2015, casi todos los cargos docentes precisarían el pago de una suma de 21 mil pesos, además de un aumento del 25 por ciento para este año. Los datos provienen de un relevamiento del Centro de Estudios para el Desarrollo Nacional Atenea, elaborado para la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun). El estudio también analiza la situación presupuestaria de las universidades y alerta por el peligro de que no puedan pagar los salarios si el gobierno nacional no refuerza las partidas presupuestarias.

La situación salarial de los universitarios comenzó a debilitarse desde el primer año de la gestión Cambiemos, ya que en 2016 el incremento pautado fue de un 34 por ciento, pero la inflación rondó el 40 por ciento. El panorama mejoró en 2017, cuando el acuerdo paritario logró un 25,1 por ciento con cláusula gatillo y pudo empatar la inflación de ese año, según indica el informe.

Pero 2018 comenzó con fuertes aumentos de precios y muestra la mayor brecha entre salarios e inflación del período considerado. A sólo seis meses del inicio del año, la inflación registrada por el Índice de Precios al Consumidor del Indec acumuló un 15,8 por ciento y dejó en ridículo la oferta de un 15 por ciento que el Gobierno propuso a los gremios como aumento anual. Si bien la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) otorgó un incremento salarial del 5 por ciento a partir del mes de mayo –a cuenta de la paritaria 2018–, el estudio detalla que, aún con ese aumento, los salarios ya se encuentran aproximadamente 5 por ciento por debajo de la inflación.

Con la referencia de una inflación anual estimada de un 32 por ciento, el estudio indica que el aumento salarial necesario para compensar la inflación desde marzo a diciembre de 2018 ronda el 25 por ciento. Como los docentes ya recibieron un 5 por ciento, faltaría sumar otros 20 puntos de aumento.

Pero además del aumento para empatar la inflación 2018, el informe sostiene que el pago de un bono diferenciado por tipo de cargo podría compensar el poder adquisitivo perdido por los docentes en lo que va del gobierno de Macri. Los montos necesarios varían según el puesto en el escalafón docente. Por ejemplo, para un ayudante de segunda el monto acumulado a junio de 2018 es de 13.019 pesos, mientras que para un jefe de trabajos prácticos es de 20.958 pesos.

El estudio del Centro Atenea también analiza la situación presupuestaria de las universidades y destaca que el incremento de los salarios de los docentes universitarios “no podrá ser concretado si no se reconsidera el presupuesto otorgado por el gobierno nacional para 2018”, ya que varias instituciones se han declarado en emergencia presupuestaria.

El informe muestra que, ante una inflación anual estimada de un 32 por ciento, casi todas las universidades quedan con presupuestos reducidos en términos reales en un 4 por ciento, “por lo que tendrán serias dificultades para cumplir con el pago de los salarios correspondientes”.

El relevamiento también destaca una “gran disparidad” en la distribución de los montos asignados a las diferentes universidades en el proyecto de presupuesto de 2018. “Dependiendo de la casa de estudios que se observe, las universidades incrementarán nominalmente sus partidas entre 15 por ciento y un 78 por ciento, respecto de 2017. Sin embargo –concluye el informe–, en términos reales, casi el 80 por ciento de las universidades ven disminuir su presupuesto anual.”

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