Monitor de Gestión en Salud: Presupuesto 2018

Si se toma en cuenta la inflación proyectada para el año que viene, el incremento real del presupuesto representa sólo el 1%. ¿Cómo diseña el gobierno su política en materia de salud? Tendencias de gestión que definen prioridades.

Para el 2018 el presupuesto total asignado a la administración del Ministerio de Salud de la Nación (MSAL) se acerca a los 39 mil millones de pesos. En términos nominales esta cifra representa un aumento del 17%, sin embargo, si se ajusta el monto a la inflación calculada por el Banco Central (15,7%), el incremento representa sólo el 1%.

Según el proyecto de presupuesto 2018 elaborado por el Poder Ejecutivo, el objetivo principal del ministerio es seguir avanzando en el desarrollo de la Cobertura Universal de Salud (CUS). En consonancia con esta meta, una de las partidas que se destaca por su incremento presupuestario respecto de 2017, es la correspondiente al Desarrollo de Seguros Públicos de Salud con un 26% real. Este área comprende todas las acciones vinculadas al Programa SUMAR, política que promueve la creación de Seguros Provinciales de Salud. Por otro lado, sólo cuatro partidas más percibieron aumentos reales: Detección temprana y tratamiento de patologías específicas un 30%, Desarrollo de la salud sexual y procreación responsable un 12%, Prevención y control de enfermedades endémicas un 6%, y Formación de recursos humanos sanitarios y asistenciales un 1%.

En contraposición a esta información, el resto de las áreas, que conforman la mayoría, sufren una alta pérdida presupuestaria real. Confirmando la tendencia identificada en los últimos análisis del Monitor de Gestión en Salud del Centro Atenea, las partidas que no reciben ningún aumento son aquellas que tratan el abordaje de la salud en territorio y las intervenciones directas del Estado Nacional en lo que respecta a atención, prevención de enfermedades y promoción de la salud.

En esta línea, las de mayor reducción fueron: Investigación para la prevención y control de enfermedades tropicales y subtropicales 64%, Desarrollo de estrategias en salud familiar y comunitaria –47%, Investigación para la prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer –44%, Atención sanitaria en el territorio 26%, Atención de la madre y el niño 25%, Apoyo al desarrollo de la atención médica 20%, Prevención y Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, la partida de Lucha contra el SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual, ambas con una pérdida real de 10%, e Investigación y desarrollo de los laboratorios de producción pública con un 11%.

Por último, fue identificado que la asignación presupuestaria nominal más alta del MSAL para el 2018 es la partida de Atención médica a beneficiarios de pensiones no contributivas que comprende al Programa Incluir Salud. Se trata de un programa en el que el MSAL sólo tiene la función de hacer un desembolso directo de dinero, para que las jurisdicciones pongan en marcha la política a nivel provincial. Este representa un 33,66% del presupuesto total del Ministerio, sin embargo, si ajustamos el monto a la inflación estimada por el BCRA, comenzará el 2018 con un presupuesto igual al de 2017.

Como resultado de la aplicación de estos parámetros, fue posible identificar la desaparición de un conjunto de partidas de singular importancia para el desarrollo de una política de salud nacional. Una de ellas es la de Sanidad Escolar que comprendía todas las acciones del Programa Nacional de Salud Escolar (Pro.Sa.Ne) que en lo que va del 2017 lleva devengado sólo el 20% de su presupuesto. Las acciones realizadas por el Pro.Sa.Ne, que se encuentran dentro de la partida de Atención de la Madre y el Niño, no sólo deja de tener una partida propia sino que sufre una baja del 25%.

Además, al analizar la letra del proyecto, se identificó una reducción de los objetivos establecidos para el próximo año. En 2017, la partida de Sanidad Escolar estimó alcanzar un total de 4000 establecimientos educativos y 400.000 niños y niñas de 1° a 6° para la realización de diversos controles en salud en las escuelas y la derivación en caso de corresponder una intervención más especializada. Para el 2018 se pretende alcanzar sólo un total de 233.003 alumnos y 2679 establecimientos educativos, cifras que reflejan el retiro del Estado de mecanismos que acercaban la salud a la población.

Otra de las partidas que se modifica es la destinada a la Reforma del Sector Salud. Sus principales acciones están comprendidas en el Programa REMEDIAR, que será reemplazado y continuado por una nueva partida en el presupuesto 2018 denominada CUS-Medicamentos. La misma representa el 3,15% del total presupuestario del MSAL y prevé para el 2018 la entrega de 258.675 botiquines (sólo 25.356 más que el corriente año), 39.600.000 tratamientos (5.878.400 menos que el 2017) y la capacitación de 5000 profesionales.

Por último, en el marco de la CUS como principal línea de acción, el proyecto menciona la necesidad de mejorar la accesibilidad a los servicios de salud a partir del enfoque de Atención Primaria de la Salud (APS). Desde esta perspectiva, para mejorar el acceso a la salud es necesario un rol activo del Estado en territorio, acercando la salud a la población y mitigando las barreras de acceso socio sanitarias. Sin embargo, analizando en detalle es posible identificar que el diseño del presupuesto del MSAL para el año que viene responde a una tendencia de gestión de la alianza Cambiemos en materia de salud que se caracteriza por una alta sub ejecución, una marcada reducción y, en algunos casos, la desaparición de acciones que fomentan un Estado fuerte en materia de salud. Se minimizan, de esta forma, aquellos programas que apuntan a la promoción de la salud y a la prevención de la enfermedad y que mejoran la accesibilidad a los servicios de salud.

 

 

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