Los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo en relación al empleo muestran un leve crecimiento del trabajo registrado, que se sostiene principalmente por las modalidades de empleo más precarias como el monotributo. Al mismo tiempo, creció la informalidad laboral y el Estado redujo el presupuesto destinado a las políticas de control.

Desde el inicio de la gestión actual de gobierno a enero 2018, el total de trabajadores registrados creció un 2,6%. Ahora bien, ¿qué características tiene el empleo que se crea? Los números evidencian que los porcentajes de crecimiento más altos coinciden con las modalidades de ocupación más precarias. Es el caso de trabajadores y trabajadoras con monotributo social –crecen un 18.7%-, lo que significa en términos absolutos 66.003 puestos de trabajo más respecto a diciembre de 2015. Le sigue la modalidad de monotributistas independientes con un 7.6% de crecimiento en este período, lo que representa 109.458 puestos de trabajo más que en diciembre de 2015.

Estas modalidades de ocupación no gozan de todos los derechos del trabajado formal. Algunos pueden ser trabajadores y trabajadoras que brindan servicios de forma independiente, como una consultoría, pero otros casos caen bajo la modalidad de relación de dependencia encubierta. Es decir, trabajan para una empresa con un contrato a término y facturan de forma mensual. Esto implica, entre otras cosas, que pueden perder su trabajo sin gozar del derecho a una indemnización.

Por su parte, los asalariados privados crecieron desde diciembre de 2015 a la fecha tan sólo un 0,7%. Esta es la categoría ocupacional que más peso tiene en el total de trabajadores/as registrados. En números absolutos, el crecimiento representa un aumento total de 42.833 puestos de trabajo. Respecto a los sectores de actividad, uno de los más perjudicados es la Industria Manufacturera, que registra una baja del 4,9% desde diciembre de 2015 a enero de 2018, lo que implica la pérdida de más de 61.000 puestos de trabajo.

Variación porcentual de los trabajadores registrados, según modalidad ocupacional (dic 2015 – ene 2018)

Fuente: MTEySS, SSPEyEL, Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial, sobre la base de registros administrativos de los sistemas de la seguridad social (AFIP)

Informalidad

Ahora bien, en los márgenes del empleo registrado se encuentran aquellos trabajadores y trabajadoras completamente por fuera de los marcos reglamentarios y sin aportes a la Seguridad Social. Según el INDEC, la informalidad laboral escaló a 34,2% para el último trimestre del año pasado, lo que implica un 0,6 % más que el último trimestre del año 2016. En algunos sectores, esta situación es aún más preocupante: en la Construcción existe una tasa de no registro del 67.8%, en el sector Comercio una tasa del 42.6% y en Hotelería y Turismo del 44.6%. 1

Fiscalización

Si bien la dinámica de la economía es fundamental para generar empleo, el Estado debe intervenir con políticas públicas activas que promuevan el trabajo formal y combatan aquel que se encuentra fuera de la norma. Una herramienta fundamental para combatir el empleo no registrado es el Plan Nacional de Regularización del Trabajo (PNRT), destinado a la incorporación de los trabajadores y trabajadoras no registrados al Sistema de la Seguridad Social. Desde Atenea se monitorean las partidas presupuestarias asignadas a dicho programa: en 2017 se redujo la partida en términos reales un 32% (considerando la inflación de 2017), y para este año el PNRT aumentó su presupuesto 6%, lo que no representa un aumento significativo.

Ante un mercado de trabajo cada vez más desigual, el Estado debe fortalecer las herramientas que intervienen en el mismo para revertir esta situación. La reducción de las intervenciones del Estado trae aparejadas consecuencias como el crecimiento de la informalidad y de la precariedad laboral.

La incorporación en la agenda pública de la necesidad de una reforma laboral modernizante por parte del gobierno nacional, en pleno auge de la precariedad laboral, merece entonces una denodada sospecha del elenco político argentino.


  1. Elaboración propia en base a la Encuesta Permanente de Hogares. Tercer trimestre de 2017.