El Centro Atenea evalúa los objetivos proyectados por la Cancillería Argentina y analiza las principales variables de la visión de Política Exterior oficial.

Para entender la información disponible de manera ordenada, el Centro de Estudios Atenea desarrolló un Monitor de Política y Comercio Exterior. Con el objetivo de visualizar los puntos fuertes y débiles, la intensidad o volumen de trabajo y los “hallazgos” o indicadores distintivos, se dividieron tres secciones de análisis: Relaciones ExterioresComercio Exterior e Inversiones y Crédito.

Las Relaciones Exteriores concentran la cooperación, los convenios y tratados, así como también los avances en el MERCOSUR, lucha al narcotráfico y la cuestión Malvinas. En esta área se observa que en términos generales, la intensidad de la reciprocidad es buena y se tiene un volumen de trabajo acorde con la tendencia histórica ligada fuertemente con EEUU y Europa, y en los acuerdos de todo tipo vinculados a la Ciencia y la Tecnología y los controles fronterizos. Sin embargo, su punto frágil supone una ruptura: Sudamérica y la República Popular China no gozan del mismo relieve y el hallazgo es que la Industria y los Derechos Humanos como ejes de cooperación desarrolló (estiman) el 1,1% de lo acordado en el actual mandato. A su vez, los acuerdos bilaterales con países de la Alianza del Pacífico superan a los del MERCOSUR y, la agenda de colaboración para combatir el Narcotráfico supera holgadamente a una reducida actividad oficial para la Cuestión Malvinas.

En Comercio Exterior es donde se observa la apertura de nuevos mercados y oportunidades de inserción global para las economías regionales. Acá se destaca la caída del comercio global, pero una recuperación temporaria del superávit para 2016. Se priorizan las relaciones comerciales con Alemania, Francia, Colombia, Holanda, Chile, España y Suiza respecto del resto del mundo, aunque por ejemplo, la relaciones con Chile haya empeorado en términos comerciales. Como fortaleza se destacan las crecientes relaciones con el bloque ASEAN y el MAGREB, el desempeño del NEA en el complejo de exportaciones y, por supuesto, el aumento del trigo en la canasta tranzable. Como debilidad, se destaca la caída del MERCOSUR y la Unión Europea, el descenso del 10% del Cuyo dentro de los complejos regionales y la significativa baja en: exportaciones de automotrices, complejo bovino y  sector petrolero-químico. Los indicadores de hallazgos son más previsibles como la caída de las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI).

Finalmente el apartado de Inversiones y Crédito, estudia el desarrollo de las inversiones en la Argentina, el crédito, la deuda externa y las reservas internacionales. En este espacio se distingue un fuerte derrumbe del 50% de la inversión extranjera directa y el aumento de la deuda externa pública en un 25% solo en 2016. Además, se subraya la caída del 51% de la reinversión de utilidades en la Argentina, un aumento del 13% de la deuda externa total en un solo año o el hallazgo de que todavía durante el 1er. trimestre de 2017, la fuga supera los ingresos del mercado de capitales en 610 millones de dólares. Como fortaleza, aunque no compense la caída total, se visualiza una importante crecida en las reservas internacionales (52%) principalmente por el auge de la cuenta financiera en un 120% (títulos públicos, deuda privada, etc.) y un aumento de los aportes o nueva inversión en 2.198 millones de dólares.

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