Ecuador: mirando las bifurcaciones

Transitar por la ruta disfrutando del paisaje, de la costa en febrero, para luego resguardarse de la intensa lluvia o adentrarse un día de junio, sin guía, sin caminos, por la selva amazónica, riesgo asumido para llegar a prodigios naturales poco explorados.

La metáfora hace eco de lo estructural del panorama ecuatoriano que, coyunturalmente, puede bifurcarse. De la misma forma, la conducción política se encuentra de cara a una ramificación histórica, de tanto en tanto: ir del tránsito de lo conocido, de lo históricamente recordable, un ápice de auge, el dolor del declive extendido; o bien la ruptura y la innovación, la muesca al status quo, de una sociedad tradicional y oligárquica, encumbrada por sobre el multiculturalismo negado y en grilletes. De Alfaro a Correa, de Velasco a Roldós, de Paz y Miño a Rodríguez Lara: desobediencia y conflicto… adentrarse en la selva, para buscar la maravilla.

Ecuador ha visto el asesinato de grandes caudillos, ha perdido tantísimas vidas y recursos en una guerra fraticida, ha perdido el señoreaje y su moneda, su independencia económica, extranjerizado sus recursos, perdido territorio en favor de todos sus limítrofes. ¿Qué ha ganado? Algunos creen que memoria y, a partir de la misma, comenzado otro camino de pequeñas victorias para la modesta mayoría de sus habitantes. ¿Puede ser la utopía un momento? ¿Pueden las contradicciones de la política hacerla duradera? ¿Dónde está el límite de lo negociable cuando la utopía deja de serlo?

Una nueva contienda electoral ha comenzado en Ecuador. No era la elección del 19 de Febrero la decisiva -era complicado consolidar la intención de voto de Alianza PAIS sin Rafael Correa a la cabeza- si no la segunda vuelta del 2 de Abril, como aquella que enfrentará Correa en 2006, toda una alegoría de como comienza un nuevo episodio en la historia ecuatoriana. A esta coyuntura, la precede una estructura y la cruzan múltiples percepciones.

Una nación que cuenta con una economía claramente dependiente de los mercados externos, enfocado mayormente en la exportación de productos primarios, que en la actualidad constituyen el petróleo sin procesar, bananos, café, flores, madera y mariscos. Muy frágil  al contar con una economía dolarizada[1], drásticamente reducidas sus capacidades de control, de llevar a cabo políticas económicas autónomas, contracíclicas, temeraria de la fluctuación del valor del dólar a nivel mundial.

Cesar Montufar (2011) utiliza el concepto “Refundación” como explicación del cambio de la definición nacional y cultural que realizara la propuesta de Rafael Correa. Esta refundación política del discurso se compone de cuatro ejes centrales: un nuevo modo de concebir al ciudadano; el reconocimiento del factor plurinacional histórico de Ecuador; la soberanía nacional y la horizontalidad social[2].

Cada eje se presenta en las antípodas de los modelos anteriores de discursos identitarios nacionales que se construyeron en los periodos anteriores. La expansión de la frontera política creada en los principios de la Revolución Ciudadana se expresó en los primeros documentos publicados con las propuestas centrales de este nuevo proyecto político y en la convocatoria de una Asamblea Constituyente para el cambio de la Carta Magna.

Para Andrade (2011) emerge un nuevo sujeto político definido frente a un antagonista que, en su mayoría, es encarnado por las élites y los políticos tradicionales, otorgándole un peso de valor a todos los ciudadanos, superando los clivajes de raza, etnia y clase como de territorialidad. Ellos representan, bajo el discurso planteado por Rafael Correa, la “Patria”[3].

La participación política en las elecciones de 2006, 2009, 2013 y 2017, expone no solamente una reducción de la abstención política sino que puede entenderse como una politización de la sociedad, cuyo contraste es el paradigma neoliberal de la década de los ochenta y noventa que abogaba por una sociedad despolitizada.

De este modo, el accionar de Rafael Correa en fomentar la diversidad cumplió con la histórica demanda de expandir el concepto de “pueblo ecuatoriano” pero a su vez multiplicó la responsabilidad del gobierno en crear consenso dentro de la multiplicidad.

Los enfrentamientos con los grupos de medios por la Ley Orgánica de Comunicación, son una cosa totalmente distinta al choque con organizaciones de base por las reformas laborales, Ley de Aguas, proyectos de gravado de herencias y plusvalía, las reformas educativas o por qué no, el retroceso gubernamental ante la fracasada iniciativa Yasuní ITT.

Ante un nuevo ciclo a la baja de los precios de los commodities y siendo Ecuador un “paria financiero” por tener el coraje de denunciar la ilegítima deuda, el aumento de la deuda binacional con la República Popular China, como sustituto crediticio a los tradicionales FMI o Banco Mundial, resulta extremadamente preocupante al totalizar más del 50% de la deuda externa total que tiene con cada uno de los países acreedores y al haber rubricado acuerdos en pago por especies (hidrocarburos), metodología amistosa si el precio en su techo, tremendamente nociva ante la situación actual.

Los coletazos de la crisis global y el irresponsable comportamiento de las potencias y bancos centrales de Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y hasta China, no dejan recomponer la inversión privada global y ante la restricción presupuestaria de un Estado dolarizado y en contracción contingente, el impacto de dicha ausencia bimodal, se siente tanto en el mercado del trabajo como en las remesas familiares.

Mientras CONAIE-Pachakutik (junto a otros partidos de Izquierda) denuncian a la Revolución Ciudadana y al extractivismo hidrocarburífero, los dirigentes de las coaliciones conservadores y liberales, vislumbran una salida a la brasileña, respecto del gasto público y el shock de inversiones y crédito. Lo que alguna vez fuera cuestionado por Correa (el acuerdo con la UE), ya se encuentra materializado en un “Multipartes”, eufemismo para el Tratado de Libre Comercio (TLC), como única medida protectora de sus cinco sectores de exportación al viejo continente, en una suerte de derrota negociada de pie, ante los TLC firmados con Colombia y Perú dentro de la Comunidad Andina de Naciones (otro espacio en crisis).

La utopía del plurinacionalismo, del Ecuador mestizo, manufacturero, de la juventud lectodigital, del talento humano, de la cooperación vis a vis, de la desecuritización de los conflictos limítrofes, no es difusa ni parcial. Pero el barro de la política interior y la presión de un mundo en conflicto, vuelven como una palmada en la espalda de un hombre que sueña por el siguiente escalón, pero que aún no puede levantar el primer pie, del primer peldaño. Es aquí donde el pragmatismo y la utopía de funden en sintonía o en discordia, según quien repose la vista y juicio.

Definido el balotaje entre los candidatos de Alianza PAIS y CREO, este último cuenta con el apoyo explícito e implícito del resto de los candidatos que no superaron umbrales de voto importantes. Resta saber si habrá disciplina electoral (en un país sin partidos históricos) y que hará el 7% de electores que votaron en blanco o anularon su voto. Lo que sí es claro es que podría darse una nueva paradoja en el país: que la consulta popular refrende la intención de prohibirle al sistema político exteriorizar bienes en paraísos fiscales y a su vez, que el nuevo presidente sea el máximo referente de dicha “mala práctica”.

 

[1] Cuando recién se implementó, en enero del 2000, la dolarización produjo un efecto estabilizador y permitió generar un ambiente de mayor previsibilidad, que no consiguió atraer miles de millones de dólares en inversiones pero que sí alcanzó para revitalizar la demanda interna y abrir algunas pocas líneas de crédito, sobre todo orientadas al consumo. La pobreza y el desempleo, luego de subir a umbrales preocupantes, cayeron en un plazo de dos años (más la pobreza, que el empleo)  y el PBI creció entre 3 y 4 por ciento en los cuatro años siguientes en favor de los sectores más concentrados o los deciles más ricos.

[2] MONTUFAR, Cesar. 2011. “Rafael Correa y su refundación constituyente: análisis de la primera fase de la Revolución Ciudadana 2007-2010”, Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador.

[3] El discurso de inauguración de 2007 representa una clara expresión discursiva del cambio del imaginario cambio del imaginario, tanto de lo que se considera “ecuatoriano” como del ciudadano ecuatoriano, donde estos grupos antes invisibilizados o marginados son, ahora, puestos en escena e incluidos en la narrativa nacional.

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