Desde el Área de Relaciones Internacionales del Centro de Estudios Atenea anticiparon que esperan un gobierno formado con antiguos senadores e incluso exgobernadores. “Ya existen algunos nombres confirmados que indican que la política actual recaerá sobre lo más asentado de la burocracia norteamericana”, sostuvieron.

Reince Priebus fue elegido por Trump como jefe de personal de la Casa Blanca. Un puesto clave pues es quien manejará la West Wing (ala oeste, donde se encuentra el Despacho Oval). “Priebus es el actual presidente del Comité Republicano, lo que en términos prácticos equivale a entregarle a la burocracia del partido el manejo de la Casa Blanca, la agenda del Presidente y la relación con los actores claves en Washington”, resaltó un informe de Atenea sobre el gabinete de Trump.

El teniente general retirado Michael T. Flynn será el asesor en materia de Seguridad Nacional. “Luego de un paso por la Dirección de Inteligencia Nacional (CIA), estuvo a cargo de la importante Dirección de Inteligencia Militar, que está encargada de todas las actividades de inteligencia de los Estados Unidos en el exterior”, subrayaron en Atenea. En materia de Defensa, el equipo se completaría con el general retirado James Mattis. “Adscribe a la doctrina contrainsurgencia, tiene experiencia como jefe del comando de transformación de la OTAN, Jefe del Comando Conjunto de los Estados Unidos y el Comando Central de las Fuerzas Armadas del mismo país”, completaron los analistas internacionales de la institución.

Según el reporte al que tuvo acceso ámbito.com, el listado para cargos con acuerdo del Senado se completa con la esposa del presidente de la bancada del Senado, Elaine Chao, quien será la futura secretaria de Transporte. “Es dable esperar que esto facilite su nombramiento en el Senado y el esquema de inversión en infraestructura que pretende lanzar el nuevo presidente. Del mismo modo, podemos pensar que Carson, antiguo candidato a presidente republicano propuesto para el cargo de secretario de vivienda y desarrollo urbano, impulsará una reforma impositiva que beneficie el desarrollo de la construcción”, afirmaron.

Trump: caminos posibles de un presidente republicano Decimonónico.

Lectores locales hemos sido asediados de múltiples interpretaciones del fenómeno Trump en los Estados Unidos: de las razones que señalara Ramonet en Le Monde, de las lecturas del Populismo Norteamericano que discutiera Capdevila LN+Mundo, del voto antisistema que señala Plot en Anfibia, o en ese mismo espacio, la catarsis de Leiras y su análisis de la política del Partido Republicano en los últimos 25 años. Como cinturón ad hoc, el giro geopolítico, el retiro del doux commerce, las merma de derechos, racismo, misoginia… notas de Mocca en Página 12 o Brieger y el ascenso de los plutócratas.

Nos proponemos en este escrito, a partir de las primeras medidas anunciadas por Trump, el “juego de las sillas” del gabinete y un poco de memoria historiográfica respecto de los ciclos políticos y algunas presidencias republicanas, predecir algún posible tipo de comportamiento gubernamental, de este personaje impredecible.

Esta no es la primera vez que pasa dentro del bipartidismo una propuesta republicana de este tipo: el Programa Republicano de 1896, adoptado en medio de la depresión, proclamó “la adhesión al mercado interno y a la política de protección como baluarte de la independencia industrial americana” sumado al fundamento del desarrollo y la prosperidad americana -existe un mito de una América construida por la empresa privada sin trabas que perdura, mito que se recompone en los años 20 y luego en la década del 80- de hecho la alternancia entre gobiernos intervencionistas y no intervencionistas es tan vieja como la historia americana.

¿Que forma toma el gobierno intervencionista después del cambio de ciclo político? En épocas vertiginosas, las políticas nacionales emergen de conflictos: Norte contra Sur, ciudades versus campo, clase obrera versus capitalistas, viejos americanos versus nuevos inmigrantes, blancos contra negros, negros contra latinos, Individuo versus Estado. La dirección de la intervención depende del margen de maniobra.reagan-trump

Nuestro parecer dicta que Trump compaginará prácticas preexistentes de todos los presidentes partidarios que vio en funciones en su proceso madurativo. En principio, la división de poderes seguirá como está, salvo se produzca una situación de excepción que genere un contexto como el que tuvieron Nixon, Reagan o Bush. El gabinete que se va armando responde a este arduo proceso de conciliar los intereses del crisol republicano.

Al igual que Reagan, con el correr del tiempo, iría desestimando funciones de Gobierno hasta su eliminación, en favor de un equilibrio fiscal inalcanzable, dadas las bajas tributarias que negociarán los republicanos para la mayoría de las corporaciones. La elección de Devos para educación (quien brega por las escuelas charter), Price para salud (quien encabezó la oposición al ObamaCare) y Lipnic en trabajo (activa defensora de una regulación casi inexistente en las relaciones laborales) van por ese camino. A su vez, Ike, Richard and Ronnie style, intensificarán sus redes de espionaje y operaciones sigilosas, económicamente “eficiente”.

En materia de relaciones internacionales, puede regresar tanto el “trilateralismo” como la “vinculación temática” en la agenda norteamericana. El acercamiento a Rusia, es el reordenamiento de los factores de la Deténte y un posible mecanismo de “joint venture” en Medio Oriente: la nominación de Rex Tillerson (ExxonMobile) para la Secretaría de Estado parece así indicarlo.

Por último, resulta totalmente improbable un conflicto bélico entre Estados Unidos y China, dada la hoja de ruta de ambas naciones para los próximos años y sobre todo, por lo inoportuno que significaría para la Economía del Gigante Asiático.

¿Querés ver el informe completo? Escribinos a institucional@ateneacentro.com.ar