De la Movilidad Jubilatoria al gasto en las farmacias.

A principios de abril de este año, se dieron a conocer las declaraciones de Carlos Regazzoni, actual titular del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP – PAMI), sobre la quita de la subvención a un listado de medicamentos que hasta el momento contaban con el 100% de cobertura para los afiliados de PAMI. En sus declaraciones, Regazzoni afirmó que “no tiene sentido que sean gratuitos”. Mencionó, además, que se tendría que encontrar la forma de “hacer sustentable el sistema” y que no se modificaría la cobertura de medicamentos oncológicos[1].

Teniendo en cuenta que durante la última década, se han ampliado tanto la cantidad de beneficiarios como también de las prestaciones ofrecidas por el PAMI, resulta significativa la reducción del número de medicamentos con cobertura total. Para evaluar el impacto de este tipo de decisiones es necesario aclarar otras implicancias, porque los adultos mayores conforman una población vulnerable que necesita del acompañamiento del Estado para el acceso a la salud, dada la complejidad de sus afecciones y enfermedades frecuentes y prevalentes.

Entre los medicamentos que dejan de gozar de la cobertura se encuentran presentaciones de uso frecuente por el grupo etario implicado, presentaciones de antibióticos tales como Amoxicilina con Ambroxol, Cotrimoxazol (Trimetoprima+Sulfametoxazol) con guaifenesina, el mucolítico expectorante  Jarabe de Butetamato, y el venotónico Diosmina en combinación con Hesperidina (utilizado para mejorar la circulación venosa), son solo algunos ejemplos entre los de mayor uso.

La quita del descuento total a un listado de 160 medicamentos impacta directamente en el gasto de bolsillo de los afiliados de PAMI. De acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), “Los gastos en medicamentos representan una alta fracción del gasto de bolsillo total en todos los países. El país en el que el gasto de medicamentos es relativamente más bajo es Uruguay, donde se ubica en torno al 25% (…). En Argentina, Brasil y México los gastos en medicamentos absorben más del 50% del gasto de bolsillo total”[2].

En este sentido, la coyuntura económica actual es un factor fundamental que hay que contemplar para comprender el alcance de este tipo de decisiones gubernamentales. La devaluación del tipo de cambio durante el mes diciembre de 2015 y el nivel de inflación de los bienes y servicios generan que estos cambios repercutan aún en mayor medida en el salario de bolsillo.

En Argentina, los jubilados y pensionados tuvieron en marzo un aumento del 15%, dispuesto por la Ley de Movilidad Jubilatoria Nº 26.417 sancionada en el año 2009, por el cual el haber mínimo ascendió a $4.959 y el haber medio a $8.135, sin embargo, los estipendios han quedado desactualizados respecto de la inflación. Si bien la meta inflacionaria del gobierno nacional para el 2016 oscila entre el 20 y el 25%, los valores del primer trimestre calculados por el Estudio Bein y el IPC-Congreso acumulan ya una inflación de 11,8% y 11,6%, respectivamente, para el período[3].

Desde noviembre de 2015, se pudo observar un gran aumento en los precios de los medicamentos. En declaraciones radiales, Marcelo Peretta, secretario general del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos, denunció que los aumentos de los medicamentos bajo receta oscilaron entre el 39 % y el 100 % en algunos casos[4].  A modo de ejemplo, un antihipertensivo de uso frecuente, como el Enapril, cuyo nombre comercial es Lotrial (Laboratorio Roemmers) en noviembre de 2015 costaba $ 35.63, mientras que en febrero de 2016, pasó a $87.14, aumentando en un 144.57 %[5]

2016-04-17 INFORME PAMI - Area Gestion Gobierno2

En el caso de la Amoxicilina con Ambroxol, que fue quitada del listado de cobertura del 100%, es un antibiótico de uso frecuente, más aun teniendo en cuenta que se aproxima el invierno y los adultos mayores son más propensos a sufrir infecciones tratadas bajo la prescripción de esta droga. En el mes de noviembre de 2015, el precio de venta al público de la marca comercializada por el Laboratorio Roemmers (Amoxidal Respiratorio Dúo) era de $141.79, mientras que en marzo de 2016 pasó a $165.03[6]. En este caso se combinan dos factores, por un lado el aumento en el precio de venta en un 16.4% y, por otro lado, que se redujo su cobertura del 100% al 50%. Por lo tanto, en caso de continuar el descuento del 100%, los jubilados y pensionados no tendrían que abonar nada; sin embargo hoy en día, el descuento del PAMI pasó a 50%, por lo tanto, el costo final es $82.52.

2016-04-17 INFORME PAMI - Area Gestion Gobierno3

La situación más crítica ocurre en hogares con adultos mayores, dependientes o jefes de familia,  porque enfrentan los mayores gastos de bolsillo. De esta manera, la quita de los descuentos significa un aumento en el costo para el total de afiliados a PAMI que hasta enero del presente año ascendían a 4.888.498, de acuerdo con datos publicados por la Superintendencia de Servicios de Salud. La mayor dificultad de acceso a estos medicamentos de prescripción frecuente obstaculiza la continuidad de los tratamientos clínicos y por consiguiente, representa una barrera al acceso a la salud.

¿Eficiencia del sistema o un gesto a las corporaciones?

Dentro de los fundamentos del gobierno nacional para el lanzamiento de esta medida, se encuentra que la reducción de la cantidad de medicamentos con descuento para beneficiarios del PAMI obedece a lograr “un uso eficiente de los recursos de la institución y volver sustentable al sistema[7].

Si se deconstruye el trasfondo de este fundamento, se encuentra por un lado, que los funcionarios actuales denuncian un mal uso de las prestaciones: deficiencia en las asignaciones del sistema a beneficiarios que ya no están más en el padrón y que siguen cobrando prestaciones de PAMI y, por otro, según el titular de la institución “hay medicamentos que no tienen sentido que se den gratuitos” y que muchos de ellos no cuentan con utilidad clínica para justificar su cobertura[8]. Los representantes de la Sociedad Argentina de Medicina, la Sociedad Argentina de Medicina Interna General y la Sociedad Metropolitana de Medicina Familiar, apoyaron estos argumentos considerando que es necesario un uso racional y responsable de los medicamentos.

Todas estas declaraciones se fundamentan en la necesidad de racionalizar el uso de los medicamentos por el gasto público que implican para el Estado. Sin embargo, lo que parece estar en juego es la prestación propiamente dicha: con la excusa de la ineficiencia por la prescripción masiva de ciertos medicamentos y la poca confiabilidad de algunos de ellos, se decidió reducir la prestación por parte del Estado.

En definitiva, se pone en evidencia las diferentes concepciones sobre el rol del Estado. Teniendo en cuenta que el Estado es el garante de un derecho fundamental como la salud, se debería proponer una mayor intervención estatal para controlar la prescripción de medicamentos y mejorar la calidad de la prestación, administrando los recursos públicos de manera más eficiente sin quitar los medicamentos de los listados de descuentos.

El Estado, a través de sus organismos de control, debe garantizar que no haya fraude; también debe certificar, a través de ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) la calidad de los medicamentos aprobados para su uso en el país. Con el objetivo de fructificar los esfuerzos que implica la inversión necesaria para garantizar el acceso de la población a los medicamentos, el Estado sin abandonar su rol de prestador, podría utilizar otro tipo de herramientas: incentivar la producción pública de medicamentos se destaca como una alternativa de particular interés, más si se analizan los avances que ha tenido en los últimos años con la creación de ANLAP (Agencia Nacional de Laboratorios Públicos). En este sentido, la nueva gestión no ha informado cuál será el futuro de la agencia recientemente creada.

Por otro lado, el Estado debe fortalecer el uso racional de medicamentos, no solo trabajando con los médicos y los farmacéuticos, sino regulando el abusivo lobby -de público conocimiento- que los laboratorios privados ejercen, premiando a la comunidad médica de acuerdo a la cantidad de recetas prescriptas.

En síntesis, el Estado debe intervenir para mejorar la eficiencia, intensificando y mejorando la actuación de los mecanismos de control y regulando a las corporaciones que producen medicamentos, en vez de abandonar a los jubilados y pensionados a las leyes del mercado, eliminando o reduciendo la cobertura de medicamentos, entre ellos, algunos de uso frecuente.

Como conclusión, cabe señalar que el gobierno nacional propone una política pública restrictiva ya que elimina el descuento del 100% para 160 medicamentos a los que accedían los afiliados de PAMI, con el argumento de la eficiencia y el derroche de recursos públicos producto de las causas mencionadas anteriormente. La concepción oficial se centra en los costos que los remedios representan para el Estado en lugar de intentar intervenir y regular en mayor medida el mercado farmacéutico, trabajar con los médicos y capacitar a los farmacéuticos para mejorar la calidad del servicio.

Esta medida que implementa el gobierno nacional actual vulnera el derecho a la salud y el acceso a los medicamentos, permitiendo que el mercado y las corporaciones reemplacen el accionar estatal y dejando desamparados a los grupos más vulnerables. De esta forma, la única novedad será, que lejos de optimizar los recursos disponibles, se incrementará el gasto de bolsillo que deberán afrontar los casi cinco millones de jubilados y pensionados afiliados a PAMI.

 

Para ver la Resolución N° 439/2016 de INSSJP con el listado de medicamentos, haga click aquí:


Materiales consultados:

  • Ámbito financiero. Accesado el día 17 de abril de 2016.
  • Diario BAE. Accesado el día 15 de abril de 2016.
  • Kairos Web. Accesado el día 18 de abril de 2016.
  • Página /12. Accesado el día 17 de abril de 2016.
  • Perticara, M., (2008) Incidencia de los gastos de bolsillo en salud en siete países latinoamericanos. Informe de Cepal, División de Desarrollo Social, Santiago de Chile.

[1] Portal Telam: 07/04/2016. http://www.telam.com.ar/notas/201604/142339-regazzoniafirmo-que-el-pami-dejo-de-cubrir-medicamentos-que-no-tienen-utilidad.html

[2] Perticara, Marcela. (2008) Incidencia de los gastos de bolsillo en salud en siete países latinoamericanos. Cepal, División de Desarrollo Social. Santiago de Chile, pp. 27

[3] Diario Página/12, 16/4/2016. Ver link:  http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-296817-2016-04-13.html

[4] Diario BAE, 17/3/2016

[5] Diario Ámbito Financiero, 17/03/2016. Ver link: http://www.ambito.com/831709-farmaceuticos-denuncian-suba-de-los-medicamentos-de-hasta-100

[6] Información extraída de Página Web Kairos, precio del Amoxidal Respiratorio DUO, Laboratorio Roemmers. Ver http://ar.kairosweb.com/laboratorios/producto-amoxidal-respiratorio-duo-12696

[7] Resolución N° 439/2016 del organismo del 30 de marzo de 2016

[8] Portal Telam: 07/04/2016. http://www.telam.com.ar/notas/201604/142339-regazzoniafirmo-que-el-pami-dejo-de-cubrir-medicamentos-que-no-tienen-utilidad.html

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