La Federación de Docentes de las Universidades (Fedun) y el Centro de Estudios Atenea aseguró hoy en un informe que «la educación a distancia pasó de ser una modalidad poco extendida entre las variadas carreras a abordar la totalidad de las clases y espacios de aprendizaje», por lo que a futuro «tendrá mayor alcance».
El informe «Educar a distancia: la masificación de la enseñanza virtual en el contexto de la Covid-19» difundió los resultados preliminares de una investigación sobre la educación a distancia de emergencia adoptada por las universidades nacionales en el contexto del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
«La medida preventiva ante la pandemia de coronavirus para resguardar la vida de los argentinos provocó que la educación a distancia pasara de ser una modalidad poco extendida entre las carreras universitarias – menos del 5 por ciento- a abordar la totalidad de las clases y espacios de aprendizaje. Aunque no es un cambio permanente, tendrá más alcance a futuro», afirmó el estudio.
También sostuvo que «la educación a distancia permitió resguardar a docentes y estudiantes en la crisis sanitaria», y añadió que «la salud y educación son condiciones necesarias para el desarrollo económico, por lo que las medidas oficiales de infraestructura universitaria, el Programa Conectar Igualdad y el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) se orientan en ese sentido».
Según el documento, la modalidad de educación a distancia es relativamente reciente y poco extendida entre las universidades, en las que apenas un 4,1 por ciento de la oferta académica se dicta de esa forma, por lo que las 76 casas de altos estudios que acreditaron Sistemas Institucionales de Educación a Distancia tuvieron «mayores herramientas para virtualizar sus clases que las otras 56».
«El 79 por ciento de las carreras dictadas por medios virtuales corresponde a Ciencias Económicas y Sociales. Ciencias Exactas e Ingenierías tenían menos experiencia en la virtualización de sus contenidos. Las dificultades también se presentan en los trayectos de las carreras, cuyas prácticas profesionales y residencias sufrieron grandes alteraciones», puntualizó el estudio conjunto.
Marina Salzmann, directora de Atenea, explicó que «la pandemia funcionó como un revelador de capacidades instaladas para afrontar procesos de virtualización de la enseñanza, por lo que dictar carreras a distancia requiere un valioso trabajo de docentes, contenidistas, tecnólogos y tutores y una inversión en infraestructura digital que impone reabrir el debate por el financiamiento educativo», afirmó.
«Ello ocurrirá luego de cuatro años de fuerte retracción de fondos. La virtualización forzosa es una ocasión para planificar sistemas educativos con mayores capacidades para la educación a distancia. Con la mejora de la conectividad en las provincias y la distribución de dispositivos hay que pensar nuevos modelos pedagógicos y más sofisticación de las plataformas», concluyó. (Télam)
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