Entre diciembre de 2015 y febrero de 2017 cayó el trabajo en blanco en el sector privado y creció el monotributo y el empleo público. El Centro Atenea analiza estos cambios que generan un mercado laboral cada vez más precarizado, con trabajadores sin representación sindical y menor poder de negociación.
En la gran categoría de trabajadores formales, tanto los monotributistas independientes como los asalariados públicos presentan números en alza: entre diciembre de 2015 y febrero de 2017 sumaron 86.256 y 34.226 puestos de trabajo respectivamente. Ambas categorías son las de mayor crecimiento en términos absolutos: los trabajadores con monotributo social alcanzaron un 7,85%, seguido por los monotributistas independientes con un 5,96%.
En cambio, en el mismo periodo, el trabajo en blanco del sector privado perdió 37.025 empleados. Esto implica una caída del 0,6% en la modalidad ocupacional que representa a más de la mitad de los trabajadores formales (6.185.395). Estos puestos son los que presentan mejores condiciones de trabajo en términos de estabilidad de contratación, protección social, cobertura de salud, acceso a derechos como la indemnización, licencias, jornada de trabajo, etc. Los empleados se encuentran mayormente sindicalizados y tienen representación para poder mejorar sus condiciones laborales y de salario. En cambio, las modalidades de ocupación más precarias, como los monotributistas, no gozan de todos estos derechos y si bien algunos brindan servicios de forma independiente como una consultoría, muchos caen bajo una relación de dependencia encubierta.
En retrospectiva, desde el año 2012 hasta el 2015 se observa un crecimiento constante de los trabajadores formales en general. La modalidad monotributo en particular tuvo diferentes picos, pero nunca reemplazó la evolución del sector privado. A fines de 2015 esta tendencia se modifica: mientras que los porcentajes del sector privado comienzan a bajar, los marcadores de los monotributistas y asalariados públicos en cambio, continúan creciendo.
Si bien entre diciembre de 2015 y febrero de 2017 el total de trabajadores registrados evidenció una pequeña suba del 1%, este incremento está maquillado por las modalidades de contratación más precarias. En síntesis, el mercado laboral se está reconfigurando: para sostener los índices de empleo, la contracara de la disminución del sector privado es el incremento de los trabajadores monotributistas y asalariados públicos. Si esta tendencia se acentúa se corre el riesgo de avanzar hacia un mercado de trabajo cada vez más precarizado, en el cual los trabajadores organizados sindicalmente disminuyen y pierden poder de negociación.