El Centro de Estudios para el Desarrollo Nacional Atenea analiza cómo se achicarán los recursos de ciertas políticas de salud. Un presupuesto que presenta disparidades en áreas claves que van en perjuicio de los que menos tienen y más atención necesitan.
El presupuesto del Ministerio de Salud de la Nación (MINSAL) proyectado para el este año por el gobierno nacional presenta reducciones que afectan la cartera de rectoría, área fundamental en la formulación de lineamientos nacionales en materia de salud a lo largo y a lo ancho del país, esencial para garantizar el derecho a la salud para toda la población.
Según el informe de Atenea, tomando las partidas destinadas a la administración nacional del MINSAL, la variación en términos nominales supone un aumento del 4.9% en relación al 2016. Sin embargo, si se tiene en cuenta la inflación estimada para el corriente año (17.5 por el Banco Central), la partida presupuestaria disminuye un 10% en términos reales.
Los programas afectados abarcan una diversidad de áreas del sistema de salud y una cobertura amplia en relación a los servicios como capacitación para profesionales, distribución de medicamentos, investigación, producción de información estratégica (epidemiológica, estadística, científica) y fortalecimiento de la atención en el primer nivel destinado a la atención, promoción y prevención.
Los especialistas de Atenea alertan que las líneas de acción que presentan un porcentaje mayor de retracción son para las actividades de promoción y articulación de relaciones sanitarias nacionales e internacionales con una reducción del 47% de los recursos. Estas acciones tienen como objetivo el fortalecimiento de los acuerdos con países de la región para enfrentar de manera conjunta las problemáticas comunes de salud, a través del MERCOSUR y la UNASUR, y con organismos multilaterales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Asimismo se evidencia una disminución de recursos destinados a la gestión de la salud pública: un 90% menos para las acciones de Fortalecimiento de la Capacidad del Sistema Público de Salud, relacionados con el modelo de gestión y de atención del sector.
Respecto a este punto, Atenea aclara que si bien el gobierno lanzó con una inversión inicial de ocho mil millones de pesos la estrategia de Cobertura Universal de Salud (CUS), no se observa en el presupuesto una definición concreta de la política para el 2017 de este programa universal más allá de la necesidad de la articulación entre las áreas del MINSAL. A esto se suma que el Programa Reforma del Sistema de Salud cuyo financiamiento es externo -proviene de un crédito BID- presenta un incremento del 12%, número que resulta corto si se toma como referencia la inflación proyectada para este año.
El informe también detalla que para las acciones de Atención Sanitaria en el Territorio se evidencia una reducción del 50%, eliminando las partidas presupuestarias para las acciones destinadas al Fortalecimiento Socio-sanitario-ambiental para la comunidad de la Cuenca Matanza Riachuelo y los Estudios de Pre inversión Hospitalaria en la misma y a su vez, una reducción de los montos previstos para el Tren de Desarrollo Social y Sanitario, los Centros de Atención Comunitaria Móviles, el Abordaje Integral del Embarazo Adolescente y el Fortalecimiento de la Gestión Territorial en Salud.
Otros programas como el de Detección Temprana y el Tratamiento de Patologías Específicas cuentan con una disminución del 19% y el Desarrollo de Estrategias en Salud Familiar y Comunitaria tendrá un 5% menos en acciones de cuidado, prevención de enfermedades y promoción de la salud.
Dentro del presupuesto destinado a la Investigación en Prevención y Control de Enfermedades Tropicales y Subtropicales, Atenea adelanta una reducción del 63% en recursos, algo que llama la atención ya que impacta en la prevención de enfermedades como el dengue, que al inicio del 2016 presentó un brote con aumentos considerables de casos confirmados respecto a la última epidemia registrada en el año 2009.
Ampliando el análisis, el equipo de investigación de Atenea señala que varios programas presentan bajos niveles de ejecución presupuestaria en el año 2016 como el programa destinado a la Investigación para la Prevención y el Control de Enfermedades Tropicales y Subtropicales que ejecutó solo un 5,58% de su presupuesto, el programa de Lucha contra el SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual que aplicó un estimado a 56,68%, el Programa de Detección y Tratamiento de Enfermedades Crónicas y Riesgos de la Salud que lleva erogado el 41,46% de sus recursos y Sanidad Escolar con menos del 5% de sus partidas ejecutadas.
El informe concluye que los recursos asignados a las políticas de salud disminuyen en términos generales, pero principalmente presentan una disparidad importante de acuerdo a cada área, en perjuicio de las problemáticas asociadas con poblaciones de mayor vulnerabilidad socioeconómica donde el Estado debe hacerse presente. Atenea considera que la gestión en salud es una problemática compleja, que involucra múltiples actores y tiene características técnicas, pero sus decisiones se basan centralmente en concepciones políticas que priorizan un modo de intervención del Estado en la materia.