El Centro de Estudios para el Desarrollo Nacional Atenea analiza el valor que debería alcanzar el bono teniendo en cuenta la dinámica de precios y salarios durante el 2016.
El próximo miércoles 19 de octubre se realizará un encuentro entre el gobierno nacional y los empresarios para definir un bono de fin de año destinado a los trabajadores asalariados del sector privado. Para saber qué monto debería alcanzar dicho bono, especialistas de Atenea realizaron un informe sobre la dinámica de precios y salarios en lo que va del año y así establecer una estimación de la pérdida de poder adquisitivo del salario promedio del sector.
Los precios han ido en ascenso durante todo el 2016. Solo en agosto se mostraron ajustes significativamente menores a los registrados en los meses anteriores, sin embargo Atenea asegura que no se debe interpretar como una efectiva desaceleración en los aumentos de los precios, sino que la caída puede explicarse por la retracción del aumento de tarifas implementada en los primeros meses del año. De esta forma, 2016 acumula una inflación de entre 24,0% (IPC San Luis) y 31,0% (IPC Congreso). La variación interanual (agosto 2015 – agosto 2016) asciende a 43,8% según IPC Congreso, 43,4% según IPC CABA, y 41,0% según IPC San Luis.
Por su parte, la remuneración promedio del sector privado en julio fue de $19.219 y si bien aumentó un 32% en el año (julio 2015-julio 2016), los precios se incrementaron en promedio un 42,8% (agosto 2015-agosto 2016). Con este escenario, el informe señala que la remuneración promedio del sector privado sufrió un gran ajuste en términos reales. Aún considerando los aumentos por paritarias, estos fueron insuficientes para equiparar la suba de precios, lo que se traduce en una pérdida concreta de poder adquisitivo. En los primeros siete meses del año el poder adquisitivo de los salarios acumula una caída promedio de -8,3% (-4,5% según IPC San Luis, -9,7% según IPC Congreso, y -10,8% según IPC CABA). Y con respecto a la variación interanual de los salarios en términos reales, en julio los números demuestran un derrumbe promedio de -9,6% (-8,0% según IPC San Luis, -10,1% según IPC Congreso y -10,7% según IPC CABA).
Según el informe de Atenea, si se toma como referencia la remuneración promedio del sector privado para recuperar la pérdida de poder adquisitivo que sufrió el salario hasta agosto de 2016, el bono de fin de año debería rondar los $15.000.
Si bien es esperable que la suba de precios presente una desaceleración en los próximos meses, Atenea concluye que el año finalizará con una inflación superior a todas las paritarias acordadas, por lo que se torna indispensable la aplicación de medidas para revertir el descalce de los precios y salarios. La caída del consumo, en este sentido, es un síntoma que confirma el malestar en los bolsillos de los trabajadores y el impacto regresivo de las medidas macroeconómicas del gobierno actual.